Baja por estrés laboral: Cómo gestionar y tramitar

De acuerdo al Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, el estrés laboral es una de “las principales consecuencias de la exposición a riesgos psicosociales”. Y es que este problema, que no solo afecta a la salud mental sino también a la física, atañe a todo tipo de trabajador, sin importar su categoría o profesión.

Asimismo, desde la propia institución, se percibe que la ansiedad o el estrés laboral ha ido in crescendo en los últimos tiempos; debido a las nuevas formas de organización del trabajo y de relaciones sociolaborales. De ahí que en el presente artículo te expliquemos cómo gestionar y tramitar una baja por ansiedad en el trabajo.

¿Qué es la baja por ansiedad laboral?

La ansiedad es una reacción del cuerpo frente a una amenaza o peligro, un estado de alerta constante. Agitación, taquicardia, insomnio, cansancio, problemas gastrointestinales… son algunos de sus síntomas. De este modo, la ansiedad puede llegar a suponer un verdadero problema en tu día a día.

Por consiguiente, la baja por estrés laboral contempla la incapacidad temporal al trabajador, debido a algún cuadro de ansiedad o depresión (ambos trastornos suelen ir de la mano). Como toda baja médica, esta deberá estar justificada por un especialista y, por ende, se tratará como cualquier otra enfermedad:

• Contingencias comunes: La ansiedad o la depresión surgen por motivos ajenos al trabajo. Así, se empieza a cobrar la baja a partir del cuarto día.
• Contingencias profesionales: En este sentido, la depresión o la ansiedad son fruto del ámbito laboral. Y, por tanto, este tipo de baja médica se cobra a partir de un día después de ser reconocida.

Duración de la baja médica por ansiedad

Existen muchos tipos de baja laboral, uno de los más frecuentes es la baja por enfermedad. Dentro de esta categoría, se halla la baja por ansiedad; la cual puede alargarse en función del diagnóstico del paciente:

• 15 días en pacientes con depresión o ansiedad.
• 30 días en pacientes con trastorno de ansiedad generalizado.
• 45 días en pacientes con ansiedad fóbica o trastornos de pánico.
• 60 días en pacientes con trastornos de ansiedad por afección fisiológica conocida.

Así, la baja por ansiedad o depresión puede durar un máximo de 365 días consecutivos. No obstante, si el médico de cabecera lo considera oportuno puede prolongarla 180 días más. Pasados estos 6 meses, si el trabajador sigue incapacitado, será un Tribunal Médico el encargado de estudiar el caso, pudiendo brindarle una incapacidad permanente.

Causas de la baja por estrés laboral

La ansiedad o el estrés laboral puede darse por multitud de razones. Subrayamos los principales motivos por los que un trabajador o trabajadora puede llegar a sufrir estos trastornos:

• Acoso laboral
• Bajo salario
• Mal clima laboral
• Exceso de trabajo y horas
• Conflictos internos
• Burnout
• Síndrome del impostor
• Falta de conciliación laboral
• Liderazgo deficiente
• Falta de comunicación interna
• Imposibilidad de crecer en la empresa
• Falta de motivación
• Mala organización
• Miedo al despido

¿Cómo tramitar la baja por ansiedad?

En primer lugar, la persona trabajadora tendrá que acudir a su médico de cabecera; el cual llevará a cabo el informe necesario donde se señalará la necesidad de baja por ansiedad. A continuación, esta documentación se enviará a la empresa y, en el caso de contingencia profesional, a la mutua.

Los trabajadores que pidan una baja por ansiedad deberán cumplir estos requisitos:

• Estar de alta en la Seguridad Social. Fundamental, para cualquier baja médica.
• Haber cotizado un mínimo en la Seguridad Social. En el caso de contingencias comunes, el trabajador o trabajadora habrá cotizado un mínimo de 180 días en los 5 años anteriores. En los casos de contingencia profesional, es decir una baja por ansiedad laboral, no se aplicará este requisito.

7 formas de cuidar la salud mental de los trabajadores y reducir el estrés laboral

¿Quieres mejorar el clima laboral de tu organización? Cuidar el bienestar de los empleados es fundamental. Por aquí van algunos consejos sobre cómo reducir el estrés laboral en tu empresa:

1. Inclusión, imprescindible

Que todas las personas de la organización dispongan de voz y voto es imprescindible para hacerlos sentir partícipes. Si un trabajador no puede expresar su opinión en nada o siente que no es escuchado, acabará desmotivado y frustrado con su empresa.

2. El descanso es también necesario

¿Una forma de reducir el estrés laboral? Puedes proponer momentos de descanso en la oficina, más allá de la media hora de rigor. Por ejemplo, tras una reunión. Estos momentos ayudarán a recargar las pilas de los empleados.

3. Salarios dignos

Si bien es cierto que no todo es el salario, esta parte sigue siendo esencial. Contar con un sueldo acorde a tu responsabilidad es sinónimo de sentirse valorado por la empresa. Un mal salario, además de rotación en una organización, puede desencadenar en los trabajadores situaciones de ansiedad o estrés.

4. Fija los roles y responsabilidades de cada empleado

Por otro lado, es necesario dejar claros los roles de cada uno. El estrés puede surgir del desconocimiento en el puesto laboral. Por ello, es necesario que el trabajador se sienta confiado y a gusto en su rol, conociendo al detalle cada una de sus tareas.

5. Actividades de team building

Verse más allá de la oficina es una buena solución para conocerse mejor entre los trabajadores e, incluso, para limar asperezas. En este sentido, recomendamos actividades como senderismo (la naturaleza ayuda a reducir la ansiedad o el estrés), así como sesiones de yoga, por ejemplo.

6. No te olvides de la decoración

¿Sabías que el entorno tiene un impacto directo en el estado de ánimo del trabajador? Por ello, la decoración de tu empresa no debe ser un asunto a olvidar. Mantener el orden y la limpieza es también necesario para propiciar un ambiente de trabajo idóneo.

7. Flexibilidad laboral, un ‘must’

Desde un horario de entrada y salida libre, hasta teletrabajo o trabajo 100% en remoto. Estas acciones son esenciales para aumentar la felicidad de los trabajadores y, por ende, reducir su estrés laboral.