El síndrome del impostor o síndrome de la impostora es un fenómeno psicológico que afecta a la salud mental de los trabajadores. Cada vez más presente en la sociedad, se convierte en un auténtico problema con el que tienen que lidiar las organizaciones de hoy en día.
Y es que el bienestar de los empleados es también un asunto fundamental para trabajar desde la empresa. Sigue leyendo e indaga más sobre el síndrome del impostor y cómo superarlo en tu organización.
Síndrome del impostor y cómo superarlo
¿Qué es el síndrome del impostor?
El síndrome del impostor define a una sensación de inseguridad en el terreno laboral. Acuñado por Pauline Rose Clance y Suzanne Imes en 1978, este fenómeno psicológico no está diagnosticado como un trastorno psicológico como tal, pero es cierto que muchas personas padecen este síndrome.
El trabajador o trabajadora considera que no es lo suficientemente capaz de llevar a cabo su puesto, cree que no se merece su puesto, por lo que presenta un alto rendimiento y éxito. Es decir, el trabajador considera que es un auténtico fraude. Y esto puede acarrear consecuencias importantes en el desarrollo de equipos.
Cabe destacar que este fenómeno afecta, sobre todo, a las mujeres; siendo el síndrome de la impostora el más extendido. Así lo hicieron saber ambas investigadoras en el artículo “El fenómeno del impostor en mujeres de alto rendimiento: dinámica e intervención terapéutica” (The imposter phenomenon in high achieving women: Dynamics and therapeutic intervention).
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¿Sufrir el síndrome del impostor? Estas son algunos de los signos
¿Cómo saber si un trabajador o trabajadora sufre el síndrome del impostor? Estos son algunos de los signos que no deben pasar desapercibidos:
- Perfeccionismo
- Baja autoestima
- Dudar de sí mismo
- Sabotear el éxito propio
- Tener miedo a no ser lo suficientemente bueno o miedo al fracaso
- Falta de confianza
- No ser capaz de valorar las habilidades o cualidades propias
- Pensar que el éxito laboral viene de factores externos como la suerte
- Sobrecarga laboral y agotamiento
- Desconexión de los otros miembros del equipo
Cabe destacar que una de las consecuencias habituales del síndrome del impostor es el llamado síndrome de burnout o síndrome del trabajador quemado.
El ciclo del impostor
Por su parte, en 1985, la doctora Pauline Clance siguió investigando sobre el síndrome del impostor y dio un paso más allá: creó una escala para medir el síndrome del impostor a la que designó como escala del fenómeno del impostor de Clance (CIP en inglés).
Y es que el ciclo del impostor abarca la naturaleza circular de los sentimientos que padece el impostor. Esa ansiedad y duda sobre sí mismo que llevan al perfeccionismo o a la procrastinación.
Estas son las 6 fases de la escala del síndrome del impostor:
- El ciclo del impostor
- La necesidad de ser especial o, incluso, el mejor
- Características del superhombre o supermujer
- Miedo al fracaso
- Negar las capacidades propias o restar importancia a los cumplidos
- Sentir culpa o miedo por el éxito
Tipos de personas que sufren el síndrome del impostor
Existen diferentes tipos del síndrome del impostor. Según la doctora Valerie Young, conocida por su programa Rethinking Impostor Syndrome, podemos distinguir entre 5 tipos de impostores:
1. El perfeccionista
Este tipo de síndrome del impostor se caracteriza por esto mismo, por ser muy perfeccionista y controlador. Presentan un sentimiento de frustración ante el trabajo realizado, así como altos niveles de estrés y ansiedad.
2. El individualista
Las personas que lo padecen se caracterizan por no querer pedir ayuda. Piensan que si lo hacen, son débiles y están fracasando.
3. El experto
Este síndrome del impostor o síndrome de la impostora es aquel que sufren personas que continuamente, y de manera obsesiva, realizan cursos y certificaciones. Y es que consideran que no cuentan con los conocimientos suficientes para desempeñar su puesto.
4. El superhéroe o sobrehumano
Las personas que han sufrido alguna vez en su vida este tipo de síndrome del impostor necesitan realizar su trabajo y el del resto para sentirse bien consigo mismos. Esta sobrecarga laboral es una presión constante que ellos deciden para así ‘estar a la altura’.
5. El genio
Por último, este tipo de genio define a aquellas personas que piensan que si trabajan duro es porque son malos en su trabajo. Creen que deben sacar todo a la primera, son muy autoexigentes. Y si no lo hacen, se estresan.
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La importancia de reconocer el síndrome del impostor en tu organización
Como decíamos al inicio, es esencial para las organizaciones, y en especial en Recursos Humanos, cuidar del bienestar de los trabajadores y trabajadoras. Y es que los entornos laborales pueden volverse más conflictivos, si encontramos personas con el síndrome del impostor.
Si los managers ni son conscientes de la situación ni valoran las necesidades del equipo, esto afectará al bienestar emocional de los empleados.
Por consiguiente, para prevenir a una organización del síndrome del impostor, es imprescindible tomar una serie de medidas en las que establecer una estrategia de employee centricity. Es decir, una estrategia organizacional donde se tenga en cuenta a los empleados y se inviertan acciones para su cuidado y desarrollo.
¿Cómo prevenir el síndrome del impostor?
Desde RRHH, se pueden implementar una serie de acciones para prevenir el síndrome del impostor en la empresa. Son las siguientes:
Desarrollo profesional
Incentivar el crecimiento laboral entre los distintos trabajadores es también un aliado contra el síndrome del impostor. Si ellos no se creen competentes, hay que confiar en ellos. Y, para ello, Recursos Humanos debe ayudarlos en su desarrollo como profesionales.
Reconocimiento de logros
Alabar el talento y las buenas acciones ayuda en aumentar la autoestima y confianza de los trabajadores. Por eso, nunca está de más un mensaje de elogio por el trabajo bien hecho.
Encuestas
Llevar adelante un seguimiento de todos los miembros del equipo es también muy importante. Evaluar así su estado emocional y poder detectar a tiempo algunos de los síntomas del síndrome del impostor. Cuanto antes se detecta, más rápido será darle solución.
Cultura de inclusión
Generar un ambiente laboral donde todo tipo de personas se sientan aceptadas es muy importante. Por ejemplo, a la hora de evaluar las aptitudes de promoción. Esto también ayuda a combatir el síndrome del impostor.
Comunicación interna
La comunicación entre los distintos miembros de un equipo es esencial en cualquier empresa. Por ello, incentivar la comunicación interna en la empresa se vuelve absolutamente fundamental; y más, si hay miembros del equipo que trabajan de manera remota. En otras palabras: que todo el mundo pueda hablar con libertad y sentirse escuchado.
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Digital Marketing & Content Specialist. Forma parte del equipo de Marketing y Comunicación de Endalia.